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Considerando que cada organismo es el que tiene que enfrentar sus propias situaciones, digamos como premisa fundamental que siempre estará en mejores condiciones de responder aquel que esté bien descansado, correctamente alimentado, y que tenga la actividad física como un recurso diario.
Pero hagamos un listado de sugerencias para aquellos que necesitan aliviar la carga que significa enfrentar el estrés:
1. Elija siempre pensamientos positivos: eso es muy importante, ya que es muy notoria la manera en que los pensamientos optimistas contribuyen a una mejor disposición y son fundamental para lograr una vida saludable. Llene su vida de cosas como amor, optimismo, alegría, esperanza. Para ello, la actitud mental correcta y la disposición positiva son estrictamente necesarias.
2. Descanse bien: significa que al menos entre siete y ocho horas del día debe ser destinada a este fin, y descansar bien, aunque no necesariamente debe ser dormir. El sueño reparador será elemento fundamental.
Es cierto que en cada edad las necesidades de sueño son distintas: un bebé, hasta el año, dormirá un total de 16 horas por día (por supuesto, fraccionada), e irá disminuyendo progresivamente hasta los 12 a 15 años, en que las horas de sueño serán alrededor de 9. Sin embargo, un adulto de entre 18 y 65 años requiere 8 horas diarias (la tercera parte de día) de sueño más o menos tranquilo. Es bastante común que luego de los 65 años pueda disminuir la demanda de sueño.
3. Aliméntese correctamente: esto implica no sólo incorporar la medida adecuada de calorías, sino también las vitaminas, los minerales y los antioxidantes necesarios en toda alimentación. Por supuesto, habrá que mantener una distribución conveniente de las comidas y no comer fuera de hora. Debe vitarse el azúcar, los condimentos y los productos refinados.
4. Use convenientemente el agua, tanto por dentro como por fuera: es fundamental para todas las funciones del organismo la ingesta de agua en cantidades suficientes (ocho vasos por día).
5. Haga actividad física: además de que beneficia en muchas cosas, la actividad física (especialmente la aeróbica) aportará al organismo aspectos positivos para responder al estrés. Lo ayudará a relajarse, le generará endorfinas (que aportan sensaciones positivas). Recuerde que bien oxigenado siempre se piensa mejor.
6. Aprenda a tomar decisiones: no tenga dudas, puesto que la incertidumbre es siempre mala para generar respuestas concretas. Usted debe aprender a tomar decisiones. Trate de no hacerlo en agudo, o en caliente (siempre es bueno tomarse un tiempo para responder con más precisión); y también siempre que pueda planifique y analice los beneficios y los inconvenientes de cada opción.
7. Preste atención al trabajo: este es un punto muy importante, ya que es en el ámbito laboral donde suelen residir las mayores causas de estrés, es aquí donde deben tenerse presentes muchas consideraciones, si es que usted no quiere ser derrotada por el estrés.
Trate siempre de tener buena relación laboral con sus compañeros, y más aún cuando son sus subordinados. Trate siempre de dialogar, y hágalo con términos correctos y de manera amable.
No se exceda en la carga de “horas extras”. Tal vez lo haga pensando en algún “beneficio económico”, pero pagará un alto precio: la sobrecarga de trabajo y la falta de descanso adecuado para su cuerpo.
8. Abandone o evite el cigarrillo: el cigarrillo no alivia el estrés, y si se evita fumar se obtiene doble beneficio porque además evitará todas las enfermedades tabacodependientes que seguramente, si se presentan, agravarán el estrés y serán agravadas a su vez por éste.
9. Elija dietas preferentemente vegetarianas: no solo tendrá mejor aporte de vitaminas, minerales, antioxidantes, sino también su digestión estará más aliviada que consumiendo carne o comidas muy elaboradas.
10. Aparte el trabajo de su mesa a la hora de comer: los almuerzos o los desayunos de trabajo son un pésimo invento. La hora dedicada a comer es precisamente para eso, y no debe interferir la alimentación con tensiones inoportunas, ya que son generadoras del estrés. Habitualmente, esas tareas mientras se come alteran la digestión y eso provoca más estrés.
11. Destierre los sentimientos negativos: son siempre dañinos para conservar el equilibrio que significa la salud. El rencor, el odio, la ambición, la soberbia, no sólo que nada aportan de beneficio sino que acentúan los inconvenientes para responder adecuadamente las demandas.
12. Practique deportes: es una buena costumbre para liberar el estrés; pero cuide de no imprimirles carácter marcadamente competitivo, puesto que esto precisamente acentúa y hasta puede dar origen al estrés. No olvide que debe cubrir treintas minutos diarios de actividad física, y el deporte es una buena alternativa para ello.
13. Cuide el ambiente de su casa: un hogar rebosante de amor es la mejor defensa en la lucha contra el estrés. Cuide los aspectos de la vida familiar, de modo que su hogar sea un lugar donde refugiarse y no un lugar del cual escapar.
14. Tenga cuidado con el consumismo: no se deje atrapar por esta conducta adictiva, porque es muy generadora de estrés. Vivimos en medio de una sociedad de consumo, y todo está preparado para llamarnos a consumir.
Fuente: Centro Adventista de Vida Sana Misiones
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