"Durante generaciones hemos defendido al hombre de estos enemigos, armados con nuestro sentidos y un estómago capaz de destruir las más poderosas bacterias (...), pero la basura nos está ganando, la basura tomó el aire, infectó el agua, enfermó la tierra".
De esta manera, un supuesto gallinazo -nombre del buitre negro en Perú- dirige estas palabras a los limeños, en el video de la campaña llamada Gallinazo Avisa, creada para detectar focos de basura en Lima y llamar la atención de quienes la producen.
Los gallinazos que participan en la campaña vuelan por la capital equipados con GPS y cámaras GoPro y van registrando los basurales en los que se alimentan.
Esta idea nació a partir de un proyecto de investigación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima, sobre la vida de los gallinazos, que se realiza desde julio.
Los investigadores de San Marcos necesitaban equipos electrónicos para monitorear a los gallinazos, explica Letty Salinas, directora del Departamento de Aves de la universidad.
Por su parte, el Ministerio del Ambiente necesitaba una forma de alertar a los limeños sobre el problema de basura de su ciudad.
Así, la agencia de publicidad FCB Mayo ideó la campaña Gallinazo avisa.
El departamento de aves de San Marcos reunió a 10 gallinazos para que participen en la campaña. Algunos fueron animales rescatados y otros fueron capturados en sus colonias, atrayéndolos con carroña.
Les practicaron exámenes médicos rigurosos a cada uno, les instalaron los equipos y los liberaron.
Desde entonces vuelan por todo Lima. Sus alas largas les permiten volar hasta por cuatro horas seguidas para encontrar su comida entre los desperdicios o animales muertos.
En tierra, un equipo permanente de la San Marcos recibe y analiza en tiempo real las imágenes que envían las aves.
Con ellas, reúnen información sobre su vida social, desplazamientos, hábitos de alimentación, anidación y descanso de estas aves.
La información sobre los focos de basura que ubiquen los gallinazos va al Ministerio del Ambiente para que arme un mapa virtual de los puntos de contaminación.
La cantidad de basura en Lima es tal que ha desbordado la capacidad de la ciudad para limpiarse a sí misma.
Sus más de nueve millones de habitantes producen más de 7.400 toneladas de basura al día, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa). Es decir, el peso de hasta 2.300 elefantes africanos.
Esta cantidad supera a la que producen ciudades como Buenos Aires, Argentina, que con más de 14 millones de habitantes genera alrededor de 6 mil toneladas diarias de residuos sólidos.
Y en 20 años, predicen, Lima generará el doble de desechos.
La basura recolectada va a cuatro rellenos sanitarios de la ciudad. Pero según el Oefa, no son suficientes.
"Como consecuencia directa de la falta de rellenos sanitarios, los residuos se colocan en lugares de disposición ilegal de residuos, llamados botaderos, que generan focos infecciosos de gran magnitud", dice el Oefa en un informe de abril del 2014.
En mayo de este año, el Oefa peruano identificó al menos 20 puntos ilegales de acumulación de basura en la capital.
Las municipalidades de los distritos de Lima son las encargadas de eliminar los basurales.
Ahora, los gallinazos ayudan a cumplir esa labor.
Además de su larga capacidad de vuelo, estas aves cuentan con una flora gástrica especial y un sistema inmune potente que les permite comer alimentos en estado de putrefacción sin enfermarse.
Su cabeza pelada les da un aspecto desagradable. Pero los mantiene a salvo de infecciones, ya que las bacterias no encuentran plumas en las que alojarse.
Así, pueden limpiar el ambiente. "Los limeños han reaccionado con mucha empatía hacia los gallinazos", dice Letty Salinas, de San Marcos. El mundo sería un lugar más hediondo sin ellos".
Fuente: BBC Mundo
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